viernes, 7 de junio de 2013

Lo peor de romper con alguien es que cuando todo termina, su recuerdo te persigue. Hueles su perfume por la calle, ves a alguien con una chaqueta igual que la suya, esa que tanto cariño le tiene y piensas, "¿No había otra puta chaqueta en la ciudad?" Sin querer se te escapa su nombre cuando hablas con alguien, los regalos que te hizo siguen ahí, las flores que te regaló se han marchitado pero le dices a tu madre que no las tire, no sabes muy bien el porqué pero... no quieres que las tire. "Yo quería terminar con él" piensas, pero no sabes qué te pasa, ni por qué estás así. Echas de menos su risa, sus besos, que te preste su sudadera y dormir con ella, que te coja de la mano, y que te mire a los ojos. Pero ya está, todo ha terminado y alguien le sustituirá. Ya no volverás a oirle reír, al menos no de esa forma, ni le besarás, al menos sus labios, y verás a otra chica con esas sudadera que te gustaba tanto, con la que dormirá esta noche, no te volverá a coger de la mano, y si te mira a los ojos, ya no serán los mismos.

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