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Aquí os dejo el blog de una chica que, para que os voy a mentir, me encanta como escribe.
http://bolleramistica.wordpress.com/

Aún recuerdo el día en el que el veterinario me dijo que me despidiese de ti, que tenías un cólico, y era incurable. Recuerdo como empapé en lágrimas mi almohada, en ese momento eras lo más especial que tenía, lo único que tenía, y no podía perderte. 
Al día siguiente nada más levantarme fui a verte, nunca te había visto tan triste, cansado y enfermo. Me pasé toda la tarde sosteniendo tu pesada y preciosa cabeza, para que dejases de respirar tierra, dándote largos paseos y procurando que bebieras agua, tenía tanto miedo de que de un momento a otro te desplomaras en el suelo, que no podía parar de llorar mientras hacía todo esto.
Cuando ya no podía hacer que te levantases, me tumbé a tu lado acariciando tu lomo y esperando un puto milagro. No sé cuanto tiempo pasé así, tampoco importaba, solo pedía con todas mis fuerzas que sobrevivieras, porque no sabía que iba a hacer sin ti.
Hoy sigues aquí conmigo, y cada día que pasa te agradezco que esos días fueras fuerte, porque tú me haces más fuerte día a día.

Nos damos cuenta demasiado tarde de lo rápido que pasa el tiempo, los minutos, las horas, los días, los años se van, sin ni siquiera percatarnos de ello.
A veces miro fotos de cuando era pequeña, de unos años atrás, o incluso de hace un par de veranos y pienso, ¿cómo he llegado hasta aquí? Y aún no estoy ni en la mitad del camino pero, todo lo que he caminado y todo eso que he dejado atrás, lo que falta y lo que me espera a lo largo de él... ¿Me arrepiento de algo de lo que he hecho? Pues sí y no, si lo hice fue porque en ese momento me parecía lo correcto, y siempre se gana algo aunque no lo sea. Esas decisiones son las que me han conducido aquí, las que me han hecho ser así, y me han dado todo lo que tengo.
Nuestro destino lo escribimos cada uno con nuestras decisiones.