Enciendo un cigarrillo olvidando que hace siglos que no fumo. Y ahí estás tú. En cada esquina. Detrás de cada ventana. Entonces mi mente vuela varios meses atrás, cuando todo se reducía a un sí o un no. Y la vida d las personas que caminan por a calle y de las personas que veo tras los cristales se entremezclan con aquél momento, con lo que fue y lo que podría haber sido, porque un sí o un no cambian la dirección de una vida.
viernes, 29 de agosto de 2014
Porque un sí o un no cambian la dirección de una vida.
En la oscuridad de la noche se encienden unas luces de neón. Esta luz no nos dejará dormir y la cama de este hotel no es tan cómoda como parecía, así que es mejor salir al balcón a tomar el aire y fijar la mirada y atención en las ventanas que hay frente a mí. No soy el único al que le cuesta dormir esta noche. Hace calor. Y la noche encierra decenas de historias de cine mudo, historias que nos evocan aquellas otras historias que pudieron ser y no fueron.
Hoy es miércoles 27, son las 8:15 de la mañana, y ya me han jodido el día. Aún sabiendo que si me gritan, me apremian, o vienen más de una vez a despertarme quedo de mal humor para todo el día, no parecen entenderlo. Lo único que he podido hacer es vestirme, bajar de morros a desayunar y luego salir al jardín, sentarme en uno de los bancos de madera, y respirar hondo. Respirar ese aire que no volveré a respirar hasta dentro de un año, escuchar el graznar de unos pájaros cuyo nombre no consigo adivinar, y algún que otro aullido de un perro perdido calle arriba, contemplar el rocío aún intacto en la hierba y apuntar estas notas que ahora leéis. Hace frío, aún no veo el sol asomarse sobre el muro del jardín, por el que ahora solo se ve un surco anaranjado y unos rayos que esperan para brillar con toda su intensidad. Hace un día claro y se ven perfectamente los Picos de Europa desde aquí, tan erguidos, tan impenetrables, los pájaros siguen cantando y sopla una brisilla fresca de mañana con ese olor a hierba mojada y eucalipto que tanto me gusta.
Cuando vosotros leáis esto, yo ya estaré viviendo en mi rutina hasta que acabe el verano.
Cuando vosotros leáis esto, yo ya estaré viviendo en mi rutina hasta que acabe el verano.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)