Pequeñas cosas que me hacen sentir bien.

Escuchar música con los ojos cerrados, echarme unas risas con mis amigas, galopar, abrazar a Malbi, jugar con mis perros, saber que cuento con el apoyo de ellas, tumbarme en la cama cuando tengo muchas cosas que hacer, mirar las fotos de cuando era pequeña, que me abracen o me besen espontáneamente, que me digan te quiero, que me mire y reírnos sin motivo, sentarme en el césped mojado por las mañanas, hacer tonterías, que me hagan reír, llorar en el regazo de alguien, el olor del campo por la noche, pisar hojas secas, que alguien especial me hable al oído, dormir con un pie fuera de la sábana, hacerme dibujos en las manos, besar a alguien en la punta de la nariz, hacer reír a alguien que acabo de conocer, aprenderme la letra entera de una canción, calentarme la nariz con el vapor que sale de una taza de algo que esté calentito, que un amigo me coja los mofletes como lo hacen las señoras mayores, abrazar un peluche, apoyar la cabeza en el cuerpo de otra persona, poner caras feas en las fotos, caminar bajo la lluvia, sacarle una sonrisa a alguien que no lo está pasando bien, besar lentamente, que el nick de alguien esté dirigido a mi, sonreír como una gilipollas por una casualidad, oler un rotulador permanente, el sonido que se produce al morder una manzana.