miércoles, 19 de diciembre de 2012
Miras al cielo y sientes las gotas de lluvia caer sobre tu cara, mojándote, sonríes, y sigues caminando, das vueltas con los brazos extendidos, bailas, y piensas "Que más da, no hay nadie." Y te sientes feliz. Pequeños placeres que te hacen ver que puedes sentir felicidad con muy poco. Hay que aprender a valorar pequeñas esencias de la vida que sin darnos cuenta, poco a poco, nos ayudan a ser felices. Tumbarte bajo las estrellas y contemplarlas, unas carcajadas con tus amigos, la caricia de alguien a quien aprecias, un beso inesperado, un galopar por el campo, una puesta de sol en la playa, un amanecer volviendo de fiesta, pequeños detalles que te sacan una sonrisa. No olvides vivir cada momento al máximo sacando el máximo partido. Disfruta.
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